Este poema lo escribí desde el fondo de mi corazón. Me basé en las experiencias que tuve con mis abuelitos, y con lo poco que había escuchado de ustedes (tíos) cuando hablan con ellos y de ellos. Los quiero mucho a todos.
Una vida de alegrías
Toda una vida de bondad
Y ni un solo día
Nos dejaste de amar.
No te importaban las groserías
Ni las caras que te hacían
¿Y qué? si no los conocías
“debemos ayudar hija”, me decías.
Siempre había un vaso más
Y un platillo que sobrara
Mas tu nunca regalaste sobras,
Simplemente de más preparabas.
Cuando un ahorrito te quedaba
Para las cosas que deseabas
Nunca faltaban los nietos e hijos
Que siempre te lo quitaban.
Pero eso a ti no importaba
Pues no te dolía cuando lo dabas
Por eso “No me extraña tanta bendición”
Dice tu hija, pues como no, nomás mira que corazón.
Has dejado un gran legado
buenas personas a mi lado
Las cuales te recordaremos con amor
Y de siempre verte, el deseo más anhelado.
Y por último, pero no menos importante
Aun nos quedas tú, abuelo de mi corazón
Que con tanto amor nos has criado
Y mucho de tu tiempo nos has regalado.
Tanto nos has enseñado
Y en nuestros mejores momentos
Nos has acompañado
La vuelta al mundo le has dado
Y yo ni por Chihuahua he andado.
Si te veo triste, me entristezco
Y si te veo alegre, a Dios le agradezco
por que aun te conserva a mi lado
Disfrutando la vida,
y aunque desconsolado te encuentres,
sé que algún día, gozaremos nuevamente
de infinitas alegrías.
Abuelo te quiero muchísimo,
abuelita te extraño tantísimo,
y aunque en lugares diferentes se encuentran,
en mi corazón siempre juntos despiertan.
Los quiero mucho
No hay comentarios:
Publicar un comentario