Este domingo 27 de diciembre me he sentido particualrmente contenta y tranquila; no he dejado de extrañar a mi mamita, de querer hablar con ella, de querer sentirla otra vez y verla entre nosotros, pero anoche soñé con ella y creo que esta vez fue a mi a quien le tocó una señal de amor:
Estábamos en el patio de la casa; antes había un ciruelo, en la esquina del patio que colinda con la casa de don Santigao, ¿recuerdan? Ahi habiamos puesto una mesa y estábamos algunos de mis hermanos, no recuerdo quiénes exactamente, y el pastor David (de la Iglesia Ebenezer, acá en Xalapa); platicábamos y haciamos bromas; de pronto yo me levantaba y entraba a la casa; cuando iba por el pasillo escuchaba ruidos en la recámara de mi mamita, entraba y ella estaba ahí, sentada como tantas veces en su cama, por el baúl, viendo cosas de su buró ¿recuerdan esa escena? estaba ahi y yo no podia creerlo; la abrazaba, la besaba, le decía "mamita, que bueno que regresaste, que bueno que estás aqui" yo no quería dejar de tocarla; su piel en lo brazos y manos se sentía tersa, más "esponjadita" como cuando era más llenita, de la misma manera su carita; ella tenía una sonrisa y una mirada muy apacible, muy dulce. Yo le decía "mamita, por qué te fuiste? qué fué lo que pasó?", ella me decía "es que tocí mucho hija, cuando me estaba poniendo el arete me empezó la tos y fallecí"; yo la seguia abrazando, tengo muy claro el recuerdo de la sensación de su piel, y esa mirada tan llena de paz. Yo le decía "bueno, pero que bueno que regresaste y que estás aqui" y la besasbaba y la abrazaba y ella me hacía cariñitos en lacara y pasaba su mno por mi frente y pelo. Estuvimos platicando más cosas que no recuerdo, entonces algunos de mis hermanos y hermanas se asomaban y se quedaban parados en la puerta, como si no la vieran, y me pregubtaban "con quién habalas?", yo les decía "es mi mamá! es mi mamá!" pero como que no me creían, entonces le decía a silo "manito, ven a abrazarla" y silo se avalanzaba y empezaba a abrazarla, y después se animaban los demás. Estuvimos un buen rato ahi con ella. Después ella se levantaba e iba hacia la vitrina del comedor, y buscaba sus aretes, eran unas arracadas, se ponçia uno y regresaba a su recámara a ponerse el otro, y yo la detenía cuando iba por el pasillo; recuerdo claramente la sensación de su muñeca, fuerte, robusta, no como últimamente que se sentía más frágil; yo le decía "no te lo pongas mamita, no te lo pongas" yo sabía que si la dejaba llegar al buró a ponerse su arete empezaría a toser y se iría de nuevo; entonces yo con desesperación la jalaba y le decía que por favor no se lo pusiera, y depsués le decía a mary que tirara el arete; mi mamita con mucho amor y paciencia me decía "así tene que ser hija, así tiene que ser"; pero nunca dejó de tener esa mirada apacible, esa sonrisa y ese tono de voz paciente y dulce. Yo seguía jalandola, tratando de impedir que llegara a su recámara y dicéndole "no te vayas otra vez, no te vayas otra vez" y entonces me desprté llorando y diciendo eso.
A nosotros regularmente nos gusta dormir con la radio encendida y esta vez, cuando desperté de mi sueño, estaba una canción que no sé quien canta, ni como va, ni nada, solo recuerdo que la canataba un hombre y la frase que repetía decía: "es difícil olvidar, dejame soñarte otra vez, dejame verte aunque sea en sueños".
Siempre he sabido que mi mamita está bien desde su partida, nunca he dudado eso, no puedo decir que ahora lo sé por mi sueño; la felicidad que tuve ayer y que tengo aun es por haberla visto de nuevo, haberla sentido, literlamente, y haber podido escuchar su voz. Gracias infinitas a Dios por este inmerecido regalo. Ojalá que todos puedan tener pronto la misma bendición de Dios. Los amo.
lunes, 28 de diciembre de 2009
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