sábado, 19 de diciembre de 2009

Amaneciendo con mi mamacita...




Hoy como todos los días, despierto pensando en mi mamacita hermosa


(y no me equivoco al decir hermosa eh? o juzguenlo ustedes mismos) y traje a mi memoria muchas vivencias...pero no hablare de ellas. Después de cumplir con mis responsabilidades matutinas referentes a mi trabajo, me dedique a contemplar una parte del tesoro que Sidney esta compartiendo con nosotros; esto es, un fragmento del video que le hizo en aquel tiempo de su entrevista que Sidney necesitaba para su trabajo... ahora vemos hasta donde ha estado mi mamacita. En fin, contemple pausadamente el video, lo escuche con una atención que tenia tiempo de no poner ni aun cuando estaba con ella en vida, pues deben saber que tengo ese gran defecto, me cuesta mucho trabajo mantener mi atención en algo o alguien; hoy mi madre ha logrado que eso suceda, escuche cada una de sus palabras, sus sonrisas, sus expresiones como "ehh" entre cada frase, sus gestos y realmente me lleno de una inmensa alegría y en contraste, una inmensa tristeza. Hermanos, estamos aun en la etapa de llorar, no lo puedo ni lo pude evitar al ver el video, pues aun estamos en esta parte del proceso; Dios sabrá cuando nos dará ese consuelo que necesitamos, pero mientras lloremos su ausencia, es bueno y nos hace bien.

Pongo esta imagen, solo para contrarrestar un poco la tristeza que ahora siento y para deleitarnos con los recuerdos; ven esa sonrisa? era la felicidad que sentía al estar en brazos de su amado esposo, nuestro queridísimo padre y al fondo algunos de mis hermanos y sobrinos, hasta Noel se ve, producto del grande amor, que dicho sea de paso, a prueba de todo. Bueno, no quiero abrumarlos con tantas letras, solo quería decirles que hoy como todas las mañanas, amanecí con mi mamacita.

Madre, te quiero y te extraño... y siempre será así.

"Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre; Prov. 1:8"

2 comentarios:

  1. Manito hermoso, gracias por compartir con nosotros tan temprano tus hermosas palabras e imágenes de mi mamita, nos hace bien al alma... gracias manito y muchas gracias a Dios por tu vida, la de tu familia y la de todos mis queridos hermanos con sus familias, y por supuesto por la vida de mi papito. Dios nos siga bendiciendo a todos con el consuelo por la certeza de Sus promesas.

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  2. LLORAR ES BUENO:

    Todos sabemos que la risa es la mejor de las terapias, pero lo que no se suele decir mucho es que llorar también es bueno y saludable.
    La risa y el llanto tienen muchas cosas en común, entre ellas, y la más obvia, es que son contagiosos. La risa genera endorfinas, pequeñas proteínas popularmente llamadas de “la felicidad”. Las endorfinas actúan como neurotransmisores aumentando los niveles de células T, que refuerzan el sistema inmunológico del organismo.

    Algo similar ocurre con el llanto. Llorar nos hace liberar adrenalina, una hormona que segregamos en situaciones de estrés, y noradrenalina, que actúa como neurotransmisor y tiene un efecto contrario al de la adrenalina. Cuando lloramos, eliminamos estas hormonas, lo que produce una sensación de desahogo y tranquilidad. Un ejemplo de esto es que, después de llorar, tanto niños como mayores se quedan dormidos.

    El llanto es la mejor válvula de escape para cualquier emoción intensa y que nos sobrepasa en un momento dado. Cuando rompemos a llorar, las emociones se liberan como si las hubiéramos tenido atrapadas en una olla a presión.

    El llanto es parte del aprendizaje y del desarrollo humano, pero conforme nos hacemos adultos prescindimos de las muy saludables lágrimas como “cosa de niños”, nos las permitimos en muy pocas ocasiones, y sólo cuando verdaderamente nos es imposible tragárnoslas.

    Tal es el caso de la pérdida que hemos sufrido, lo primero que a mí se me ocurrió pensar y lo cité en mis palabras de la funeraria fue; ¿Cómo será la vida sin ella? De repente una avalancha de cosas dejaron de tener sentido.

    Alguno de ustedes ya saben que a mí, la noticia me la dio Sidney por teléfono, yo iba en el ADO entrando a México, mientras hablaba con Sidney me mantuve ecuánime, ella estaba llorando, pero después de colgar, ya no pude tragar mas lagrimas y me fui al baño a llorar intensamente, dos veces tuve que hacerlo antes de llegar a la terminal. Aun ahora de vez en cuando lo hago (a solas) para no mortificar mas a Blanca que apenas puede sobrellevar su pena.

    En fin cuñao, que bueno que llores, todos debemos hacerlo, no tanto para que nos sintamos “mejor”, sino para salir del profundo desequilibrio interior en que estamos metidos. Algún día, por la Gracia de Dios, nuestras lagrimas se secaran y darán paso a una añoranza tranquila, de paz, a una evocación sosegada fortalecida por la fe…

    Por ahora no hay de otra, las lágrimas que no derramemos pueden enfermar nuestro cuerpo y nuestra alma, por eso hay que aprender a llorar tan libremente como nos reímos. Y a Doña Abi tenemos que acostumbrarnos, poco a pooo, a verla de manera diferente, sin las ataduras físicas, sin su cuerpo cansado; como solo con el corazón podemos hacerlo.

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