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Hondas penas y preocupaciones por los hijos. Fríos. Calor sofocante. Presión alta, sinsabores en la iglesia, cansancio de los quehaceres domésticos, inquietudes por sus hermanos, sufrimiento por el sufrimiento de la gente, fastidios por la pesada tarea de pensar qué hacer de comer, dolores musculares y de huesos... Nada de eso daña ya a mi madre que ahora descansa en los amorosísimos brazos de su Señor. Y sus alegrías, el amor por su esposo, el amor por sus hijos, el amor por su padres y hermanos, el amor por sus amigas, el disfrute de la naturaleza, de las plantas y las flores, de los amaneceres y del cielo, el disfrute del canto, el disfrute de la palabra... Todo eso continúa y además en un modo perfecto y a plenitud. Madre, al fin triunfaste. Gracias infinitas a Dios por la victoria concedida a nuestra mamacita desde la eternidad. A donde quiera que estés, miles de besos y abrazos, mamacita.
Carnalin...
ResponderEliminarEsta es una de las fotos mas bonitas que he visto; se ve la frecura de mi mamacita, se nota
tranuilidad, su alegria por el momento, su inmenso amor y bien dices, hoy por hoy descansa de todos sus quehaceres domesticos, de todas sus preocupaciones familiares, de todas sus dolencias fisicas y y esta ahora en un estado naturaol perfecto, perfectisimo e inmensamente feliz, gozando de la presencia de su Salvador, Cristo Jesus. Gracias manito por escribir y por hacernos pasar estos momentos de felicidad al ver a nuestra mamacita.