miércoles, 21 de abril de 2010
También vosotros ahora tenéis tristeza...
"También vosotros ahora tenéis tristeza;pero os volveré a ver y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo".
San Juan 16:22. Sta. Biblia.
Este es uno de los textos que tiene el libro de la sepultura donde aguardan, temporalmente, los restos tan amados del cuerpo de mi mamita, esperando el día glorioso de la resurrección.
En ese mismo pasaje, líneas más arriba, en los versículos 5 y 6, Jesús les dice a sus discípulos: "Pero ahora voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: ¿a donde vas?. Antes porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón".
Creo que Jesús quería que sus discípulos reflexionaran en que más importante que esa separación temporal era el destino y la conveniencia de su partida. Tal vez ellos no podían comprender en ese momento esta verdad, pero nosotros gozamos de la gran ventaja que Jesús ganó para nosotros: nos dejó al Consolador, al Espíritu de verdad que nos guiará a toda la verdad.
Estoy segura que mi mamita antes de partir pensó en nosotros, estoy segura que nos encomendó con Su Padre celestial y muchas veces he deseado saber que más pasó por sus mente en esos momentos (porque en su corazón sé con certeza que había: amor inmenso).
Pero sé que ella estaba preparada para contestar y afirmar ante la pregunta , ¿a donde vas?, y si hubiera podido, (en el cuerpo, porque en espíritu si) seguramente nos hubiera contestado en el último instante, algo parecido a las últimas palabras de Esteban, "voy con mi amado Salvador y He aquí veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios. Señor Jesús recibe mi espíritu." (Hechos 7:56 y 59).
Y aunque se ha llenado, (como sucedió con los discípulos), de tristeza nuestro corazón, Jesús nos comprende, nos consuela y nos invita a reflexionar, y apropiarnos de esta victoria a través de su muerte y resurrección.
¡Que bendición tan enorme! ¡Que esperanza maravillosa y que verdad portentosa!
Bendito sea nuestro amado Salvador Cristo Jesús, que sorbió la muerte en victoria y gracias a eso, mi mamita mucho antes que el Señor la llamara a Su presencia pudo decir AMEN confiadamente a sus promesas:
"En cuanto a mi, veré tu rostro en justicia; estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza"
Salmos 17:15
Dios nos fortalezca en fe y en el conocimiento de las Sagradas Escrituras para reposar confiadamente en Su Palabra.
Mamita hermosa, ya nadie te quita ni quitará tu gozo!. Te beso con todo mi corazón.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Manita, eres intrumento del "Espíritu que nos guía a toda verdad". Nada consuela y fortalece nuestro corazón en estos días de profunda tristeza como la Palabra de Verdad. Que Dios nos siga ayudando a mantener los ojos puestos "en las cosas de arriba" (lo cual no significa escapar de la realidad sino vivir la realidad verdadera) para que esta verdad que nos estás enseñando crezca y florezca en nuestro ánimo: que mi madre supo siempre a dónde iba, que ése era su glorioso destino que es el mismo que nos espera a nosotros, no por ser buenos y fieles, sino porque Cristo nos ha regalado (a precio de sangre) su victoria. Madre, miles de besos.
ResponderEliminarNegrita... gracias a Dios por tu vida; como dice silo, eres instrumento de Dios para dar paz a nuestros corazones a traves de sus palabra... y creo que en esos momentos, mi mamita hermosa lleno su corazon con la inmensa alegria de saber a donde iba...y humananmente se que su mente estaba llena de nosotros y de mi papi... siento la seguridad que en todo momento nos encomendo a El como tu dices...creo que no le dio lugar a otra cosa que no fuearan sus hijos y su amado esposo... gracias a Dios por nuestra amada mamacita... madre, mamita hermosa, jefecita como solia decirte... te quiero y te extranio muchisimo... te dejo miles de besos...
ResponderEliminar