Mamita hermosa, la más hermosa
Jehová es tu pastor
y nada te falta ya.
En lugares de delicados pastos te hace descansar,
conforta tu alma,
te guía por sendas de justicia por amor de Su nombre.
Ya nunca andarás en valle de sombra o de muerte
y el Señor está siempre y por siempre contigo.
Su vara y su cayado te infunden aliento.
Unge tu cabeza con aceite y tu copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia te siguen todos los días de tu vida
y en la casa de Jehová moras ya por largos días.
¡Bendito sea Dios! Bendito sea Jesús nuestro amado Salvador.
Mamita hermosa, siempre hermosa y siempre amada, todos los besos para ti.
Todos los besos para mi madrecita hermosa. Nuestra historia comenzó en la casa (para algunas en la cuartería), mi madre entregada a nosotros y a mi papá... Tantísimos recuerdos que todos compartimos. Esta historia continuó a lo largo de muchos años, y mi madre siguió amándonos más que a su vida. Ahora hay un paréntesis que nos llena de tristeza, pero el paréntesis que se ha abierto pronto se cerrará, y nuestra historia continuará, con mi madre amándonos sin fin. Todos los besos para mi madre hermosa.
ResponderEliminar