miércoles, 4 de diciembre de 2013

Mamita hermosa, ¡cuánta falta nos haces! Gracias a Dios, nuestro papacito nos alegra la vida a su manera muy particular y nos hace más fácil la espera para volver a verte. A Dios gracias porque un día tú, él y nosotros estaremos en el mismo lugar, gozándonos en la presencia de nuestro Salvador.


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