martes, 10 de mayo de 2011

Mi mami ya no está: ¡Gloria a Dios!

Qué bueno que mi mamacita ya no está en este mundo que muy bien se le ha llamado un "valle de lágrimas". Ver el noticiero, el periódico y el mundo alrededor (incluidos nosotros mismos)nos hace alabar a Dios al tener la certeza de que nuestra amada mamacita está en el paraíso, con sus padres y sus hermanos, esperándonos. Yo le he comentado a algunos de mis hermanos que no puedo experimentar la sensación de que mi mami esté muerta. Extraño brutalmente que no esté en la casa y en nuestra vida, pero la sé perfectamente viva en algún lugar. Sé que su cuerpo dejó de funcionar pero ella viajó, voló, se fue. No se extinguió ni se disolvió en la nada, y mucho menos está enterrada en esa tumba que guarda su cuerpo, y que cuidamos en honor a su memoria. Y también hablamos con ella porque está viva, como cuando andamos de viaje y hablamos en nuestra mente a nuestros hijos o esposa o esposo, sabiendo que pronto los veremos. Nosotros no hablamos con los muertos. O lamentablemente sí hablamos con muertos: con la gente que anda por ahí sin Cristo regando la muerte en todos sentidos. Pero nosotros le hablamos y le mandamos besos, como en este 10 de mayo, a la madre viva que Dios nos dio y que nos quitó un ratito nada más, para devolvérnosla un día para toda la eternidad. Madre, a donde quiera que andes, junto a Jesús, millones de besos en tu día.

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