lunes, 19 de marzo de 2012
Siempre viva en nuestro recuerdo
Alguna canción, algún atardecer, algún olor trae siempre el recuerdo de mi madre. Esa cara tan amada que nunca terminamos de querer creer que se nos adelantó en el viaje glorioso. Su imagen de cuando éramos niños, en la cocina, o cosiendo, dando clase de escuela dominical con su rodilla apoyada en la banca, recostada de lado en su cama leyendo, sentada en el patio mientras se quemaba la hierba recién cortada… Y mil recuerdos más. En el ruido diario de nuestras vidas, en el ir y venir, en el despertar y dormir, hay un gran silencio, un silencio insuperable formado por la conciencia de que la voz de mi mamacita se ha apagado en esta tierra. Cuándo dejaremos de llorar ante su recuerdo no lo sé. Mi mamacita aún lloraba a su madre en los últimos años de su vida. Tal vez nos pase lo mismo a nosotros. Viviremos los años que nos quedan con un agujero en el alma, como tanta gente. Ojalá podamos con nuestra vida honrar su recuerdo, ser lo más dignos posible de su memoria, seguir hasta donde podamos su ejemplo. Por mientras de que volvemos a recibir sus cariños y sus besos.
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Manito lindo, gracias por este comentario y por recordarme tan hermosos tiempos cuando salía con mi mamita. Te quiero mucho y espero que podamos vernos pronto para compartir más recuerdos y anécdotas de mi mami, claro, junto con mi papito. Besitos.
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