viernes, 18 de junio de 2010

Madre, madre

Cada día nos acerca más a ti, pero cada día queda más lejos el último día que te abrazamos, que nos abrazaste. Cada día sirve para darse más cuenta que es verdad, que no es un mal sueño. Pasa una estación, pasan cumpleaños, nos pasan cosas, y tu voz brilla por su ausencia. Donde antes había luz y algarabía sentimos un silencio terrible, en medio de nuestras alegrías porque la vida sigue y porque nos queda nuestro amadísimo padre. Madre, en medio de esta angustia de tu ausencia también brilla más la misericordia de Dios, que nos hace saber que estas palabras no están dirigidas a un muerto sino a alguien que goza de un maravilloso regreso a casa. Por eso te hablamos, porque tarde o temprano o leerás esto o tal vez te lo repetiremos o simplemente no habrá necesidad de repetírtelas. Pero te hablamos porque vives. Y porque tu corazón está vivo nos sigues amando. Eso nos ayuda a no quebrarnos del todo por haber sido arrancada de nosotros. La muerte odiosa, maldita, tristísima, tu dejar de respirar, es también y más fuertemente tu paso a la vida, tu enorme alegría y tu meta final. Sólo esperamos el momento de estar todos juntos. Ya llegará.

1 comentario:

  1. Dios te fortalece y nos fortalece manito lindo, en esta desesperada necesidad de oir y sentir a nuestra amada mamita. Es verdad que dia a dia se nos desgasta màs su último abrazo y su último beso, caricias que anhelamos con tantas ansias. Y nos acogemos a la misericordia de Dios para que nos sustente en esta pena a traves del grande amor de mi papito hacia nosotros y de nosotros hacia él.
    Que Ël nos ayude a esperar con paciencia el gran día del encuentro con Él y con nuestra mamacita.
    Mamita, mientras tanto te mando un sinfin de besos, que si bien a ti no te hacen falta porque estás con la fuente del amor, a nosotros nos urghe mandartelos. Te veremos pronto mamita.

    ResponderEliminar