viernes, 4 de diciembre de 2020

 


Realidades y Trascendencias

     Para entender esta foto, se requiere saber el significado de trascendencia. Definámosla, para mis efectos, como la virtud que tiene alguna persona de hacerse sentir en un espacio/tiempo, distinto y posterior, a aquel en el que, realmente estuvo. 

Pero: ¿qué es la realidad? ¿solo hay una?

Por favor, vuelva a ver la foto. Ahora, déjeme decirle que, cuando apreté el obturador para tomarla, había, por lo menos, cuatro realidades del mismo sujeto fotografiado.

La primera era lo que yo veía a través de la lente, y usted ve ahora en la foto; un sujeto duplicado.

La segunda realidad es que había una transparencia en la que estaba impresa, químicamente, un instante en la vida de una abuela y su nieta.

La tercera era una transportación lumínica de la segunda y la cuarta, que se aprecia en un plano difuso a la derecha, es el mismo sujeto de las anteriores, pero en su realidad al momento de oírse el “clic” de la cámara. Seguramente alguien verá otras más (como el reflejo de un espejo entre abuela y nieta) pero, dejémoslo ahí para no entrar en profundidades metafísicas en las que soy un lego.

Lo cierto es que, por alguna razón que no puedo explicar, hay personas que tienen la capacidad natural de trascender. Doña Abigaíl Rodríguez Martínez, el “sujeto” en esta foto, era una de ellas. Lo sé porque han transcurrido once años desde que, un primer viernes de diciembre, el día más frio que puedo recordar, se fue sin decir adiós y, simple y sencillamente, trascendió.

Es un hecho. Ella y yo, dejamos de coincidir en este continuum de espacio/tiempo en el que vivo. Ninguno de mis cinco sentidos es capaz de percibirla. Las cámaras fotográficas, tan afectas a la luz que reflejan las tres dimensiones, tampoco pueden captarla porque ya no está.  

Sin embargo, Doña Aby, como MamaLita, MamaMinga, MamaNelly y otros tantos que tienen ese don, siguen estando conmigo de un modo diferente y misterioso. Ni siquiera hace falta cerrar los ojos para verles. Libres ya de las limitaciones del cuerpo y de las terrenales dimensiones, se mueven por mi realidad de mil maneras. Parece de locura, pero siento que me miran, que me tocan, que me susurran cosas y, en una que otra noche, de esas que no me faltan, las he incluso sorprendido acariciándome el cabello para alejar la angustia que me quita el sueño. No sé cómo lo logran, pero con ello, hacen más llevadera su ausencia. Y lo mejor de todo: avivan la esperanza de nuestro reencuentro, en aquel lugar ignoto, sin tiempo ni geografía, donde se vive realmente.

¡Alabado sea Dios, por poner a estas personas trascendentes en nuestro camino!

¡Alabado sea Dios, por la vida de mi querida doña Abigaíl de quien tanto amor recibí!

4 de diciembre de 2020.

lunes, 6 de febrero de 2017

Madre, ya nos falta menos para verte. Acá nosotros seguimos con nuestras vidas y este mundo se pone cada vez peor. Qué bueno que no te tocaron estos tiempos y que Dios te llamó antes. Madre, te amamos y esperamos con gran esperanza el momento en que estaremos todos juntos otra vez.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Madre, ya pasaron seis años, madrecita. ¿Qué estarás haciendo, qué estarás pensando? Todavía, cuando vamos a la casa, miramos de la calle hacia tu recámara, haciéndonos la ilusión de que ahí estás, acostada o sentada al borde de la cama, leyendo o, en tus últimos años, enviando mensajitos a tus hijos. Mamacita, allá nos veremos, en el cielo. Te mando muchos besos.

sábado, 14 de febrero de 2015

Papacitos: ustedes son el amor. Nos han dado ejemplo de dedicación y de perdón. De entrega y comprensión. De aceptación, de compromiso. Te extrañamos mucho mamacita y damos gracias a Dios por darnos todavía la presencia de nuestro papacito, que te extraña tanto. ¡Ustedes son el amor!
Y en este 14 de febrero y todos los días, les digo ¡los amo, padres míos!

jueves, 4 de diciembre de 2014

Por si no se ve bien en la imagen.


ABIGAIL
A mi mamacita en su quinto aniversario de vida celestial.


Qué bien suena este nombre, mamacita.
Lo que significa es hermoso en verdad:
Emotiva, amorosa, realidad,
Compasiva y demás, mi Biguita.

Suelo, al escuchar tu bello nombre,
Evocar los recuerdos más hermosos,
Tus abrazos, tus besos cariñosos,
Tu amor, tu ternura ¡sólo en tu nombre!

Cinco años que no bebemos tu amor,
Cinco ya sin tu delicado aroma,
Pero ambos fueron como una goma
Que nos unieron para enfrentar el dolor.

Ahora recordamos tu presencia,
Sí, en cada espacio y en cada tiempo,
Y aunque a veces sucede a destiempo,
No sacamos de nosotros tu esencia.

Nombre nuevo ya tienes mamacita,
Ya que tú has sido más que vencedora,
En los mandatos de Dios, cumplidora
Ahora ves tu nombre en la piedrecita.

Te amamos mamita, siempre lo haremos,
Nos ha dejado un grande legado,
Y todos juntos, siempre lado a lado,
¡Siempre! Hasta verte, te recordaremos.


“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.



¡¡¡Te amo mamita y te extraño!!!
04 de diciembre de 2014